El Gil Eannes

No recuerdo porqué fuimos a Viana ese día de abril, ¿algún trámite, o una cita médica de rutina tal vez? De lo que sí me acuerdo es la visita que hicimos a este museo fuera de lo común.

Después de casi diez semanas de confinamiento en que sólo podíamos salir de casa para ir de compras o hacer ejercicio, retomamos nuestras salidas para explorar. Así que, aprovechando que estábamos en Viana do Castelo, decidimos vistar el buque-museo Gil Eannes.  

Recién llegados a Portugal nos había llamado la atención este barco pintado completamente de blanco y anclado en un muelle cercano a la biblioteca municipal de Viana. En un principio pensamos que pertenecía a la marina aunque nos llamó la atención que siempre se encontraba en el puerto, así que investigamos y descubrimos que era un museo.

Desde el muelle el barco no parece ser muy grande, por lo que pensamos que nos tomaría como una hora recorrerlo. 

Pero antes de platicarles acerca de lo que vimos, quiero compartir brevemente la historia del Gil Eannes. Fue construido en los astilleros de Viana do Castelo y su viaje inaugural fue el 24 de abril de 1955. Por ahí encontré una imagen del menú, les comparto la foto:

Personalmente lo que más me llamó la atención del menú es la manera en que se escribe cognac, jeje. ¡Ah!, y canja es un caldo de pollo con arroz.

La función principal del Gil Eannes era como barco-hospital, apoyando a la flota de pesca de bacalao frente a las costas de Groenlandia y Terranova. Cada año salían entre 60 y 70 navíos de Portugal, es decir que de miles de pescadores ponían en riesgo su salud y su vida ya que las condiciones de trabajo eran extraordinariamente duras. Pero el papel del navío no se limitaba solamente a dar atención médica. 

Fungía también como buque correo, llevando y repartiendo cartas y telegramas para que los pescadores mantuvieran el contacto con sus familias. 

Entre la carga diversa transportaba material de repuesto para la flota de pesca de bacalao como redes, carnada, combustible... Y no sólo tenía un almacén con refacciones sino también un taller mecánico para hacer reparaciones menores. En caso de que un barco necesitara ser llevado a un astillero porque no se podía reparar en alta mar, por ejemplo por una falla de motor, el Gil Eannes estaba equipado para remolcarlo. 

Para muestra, un resumen del año 1962 que detalla, entre otros, el número de cirugías realizadas, la cantidad de extracciones dentales, los exámenes clínicos hechos, y el material de apoyo entregado:


A bordo del Gil Eannes, además de la tripulación y del personal médico, iban siempre un oficial de la marina de guerra para resolver cualquier conflicto o problema de indisciplina entre los pescadores, y un sacerdote para dar apoyo espiritual. De hecho, en la cubierta trasera hay una pequeña capilla con unas puertas enormes que permiten la asistencia de un número considerable de personas a las celebraciones.

Casi se me olvida: el buque también estaba diseñado para fungir como barco rompehielos. ¿Cómo ven?

Supongo que con esto ya se dan una idea del papel relevante que tuvo el Gil Eannes, así que sigo contando a cerca de nuestra visita. Iniciamos el recorrido visitando la zona donde se ubican los camarotes del capitán y de los primeros oficiales. Ahí también se encuentra el cuarto de radiotelegrafía, que se comunica con el camarote del radiotelegrafista. Éste tenía la enorme responsabilidad de mantener el navío en contacto constante con la flota y con tierra firme.

Un poco más adelante econtramos la habitación que pueden ver en la siguiente foto. En cuanto me asomé a la sede de la Associação do Radioamadores do Alto Minho me vinieron mil y un recuerdos de mi papá, radioaficionado de corazón desde su adolescencia.

Viendo el equipo, me surgió la duda si todavía se utiliza o si es parte de la museografía. Descubrí que cada año la estación "Barco Hospital Gil Eannes" es activada por los radioaficionados de la Asociación durante los siguientes eventos:
- Las fiestas de la Romería de Nossa Senhora da Agonia, a mediados de agosto, con el identificador CQ7GIL

- El fin de semana internacional de los museos, en el mes de junio, y en las Jornadas de Puertas Abiertas de la Sede, con el identificador CS5ARAM

Un área que se nos hizo súper interesante fue la cabina de mando. Justo antes de entrar se encuentra el cuarto de los mapas donde hay una mesa enorme  donde extender las cartas de navegación. Obviamente en aquella época todos los cálculos de posición y distancias eran hechas manualmente, con astrolabio, compás y regla de cálculo. 

No tengo fotos pero en este video se pueden ver claramente la cabina de mando y el equipamiento técnico. Las explicaciones están en portugués pero vale la pena porque se aprecia muy bien cómo es el navío en su interior. Por cierto, al inicio del video, en la toma aérea, se pueden ver otros barcos largos y bajos anclados detrás del Gil Eannes, que son los que hacen los cruceros a lo largo del Douro.

Después de pasar por la casa de máquinas, llegamos al área de servicios para la tripulación: cocina, panadería, bodegas, lavandería...

En el almacén de comida no podía faltar la cava, como pueden observar:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La parte que a mí se me hizo la más interesante fue la del hospital, que se encuentra en la parte inferior del barco. Lo primero que vimos fue el dispensario; me imagino que cuando estaba en uso tenía ese olor característico a yodo y no sé qué más de las boticas de mi infancia.

La atención médica cubría desde atender una caries hasta cirugías mayores, en una ocasión incluso tuvieron que atender una fractura de cráneo. También contaban con un área de aislamiento para enfermos contagiosos, por ejemplo si sufrían de tuberculosis.

El quirófano se encuentra localizado en la parte central inferior del barco para minimizar el movimiento causado por las olas; mis respetos para todos los médicos que cuidaron de sus pacientes bajo esas condiciones.
Pero no todo era seriedad, los pacientes en recuperación podían pasar el rato en esta sala leyendo, platicando o jugando algún juego de mesa:

Por cierto, el orígen de la pintura blanca de la flota portuguesa se remonta a la Segunda Guerra Mundial. Portugal se mantuvo neutral y continuó con su actividad pesquera. Mientras cruzaban el Océano Atlántico hacia los bancos de bacalao, dos  de los barcos fueron hundidos por submarinos nazis. Un acuerdo con los aliados determinó que los buques bacaladeros portugueses se pintaran de blanco. Se marcaba así la neutralidad portuguesa en el enfrentamiento y les permitía circular con seguridad por el Atlántico, pasando entonces a ser conocidos como la "Flota Blanca".

Y así como esta entrada se fue haciendo cada vez más larga, también nosotros nos sorprendimos al final de nuestro recorrdio: habíamos pasado más de dos horas en la visita, y me quedé con ganas de volver.

Para los curiosos dejo aquí el enlace a la página de Wikipedia en español, y el enlace a la página oficial del buque-museo.

También encontré un segundo video; sólo tiene música y algunos subtítulos en inglés y portugués. A mí me gustó que también muestra un poco de Viana do Castelo.

Disfrutamos tanto del barco-museo que llevamos a los chavos ahora que estuvieron de visita. Bueno, llevamos es un decir, jeje. Ese día me sentía fatal por un resfriado tremendo, así que me quedé en casa acompañada de una caja de Kleenex y un termos lleno de té con miel y limón.



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