Abriendo puertas
Nuestra casa aquí en Portugal tiene un patio en la parte de atrás, un espacio muy agradable con una vista preciosa hacia el bosque. El único detalle es que no había manera de salir directamente de la sala al patio, sino que había que pasar a través de una de las recámaras.
Las siguientes fotografías muestran la pared que cerraba el paso directo al patio:
Cuando les preguntamos a los dueños anteriores si había alguna razón por la que había un muro en vez de una puerta nos explicaron que el proyecto inicial incluía una salida hacia el patio pero que la cámara municipal no había la autorizado.
Como no se necesita permiso para hacer pequeñas modificaciones, después de medir, consultar a un amigo arquitecto y sacar el presupuesto nos decidimos abrir el muro para colocar una puerta
corrediza.
Las siguientes imágenes muestran el proceso para la instalación. A mí se me hizo interesante ver cómo es el "esqueleto" de nuestra casas, por decirlo de alguna manera. Hoy en día por rapidez y economía la mayoría de las casas se construyen en concreto y se recubren con un material aislante para protegerlas del calor y del frío.
Como nuestra casa fue construida hace poco más de veinte años, aún tiene un muro doble con un espacio intermedio donde está colocado el material aislante.
Ahora no sólo aprovechamos mucho más el patio trasero, sino que la sala-comedor es un espacio lleno de luz a lo largo del día.
Por cierto que para los acabados nos tuvimos que armar de paciencia. Romper el muro, preparar las superficies y colocar la piedra de granito exterior y la ventana tomó tres días.
Pero para que viniera el pedrero a colocar la piedra en la parte interior tardó más o menos un mes. Como los inviernos en el norte de Portugal son muy húmedos las puertas y ventanas en la parte inferior llevan dos piezas de granito, la exterior colocada un poco más abajo que la interior para evitar el paso del frío y la humedad.
Al carpintero los tuvimos que esperar unos dos meses y medio; ya colocó el marco de la ventana pero aún necesita regresar para darle la última mano de barniz. Nosotros suponemos que terminará lo nuestro después del verano ya que durante julio y agosto todos los trabajadores están muy ocupados con las casas de veraneo, que siempre necesitan arreglos después de estar cerradas por casi un año.
Pero lo más importante está hecho, así que no tenemos prisa. Simplemente disfrutamos la vista y la luz que iluminan la sala-comedor.
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