El Albergue de Peregrinos

Leyendo el blog parecería que nos la pasamos de concierto a fiesta popular a paseo, pero la realidad es que también trabajamos. Bueno, trabajar también es un decir, jeje; desde comienzos de abril nuestro "trabajo" es ser hospitaleros en el Albergue Municipal de Caminha dos día a la semana.

"¿Y con qué se come eso?" me hubiera preguntado mi papá. Pues bien, el hospitalero es la persona encargada de un albergue, es decir, es el anfitrión. Entre las varias responsabilidades se encuentran:

  • verificar que todo esté en orden en el momento que llegamos
  • acoger a los peregrinos, haciéndoles sentir bienvenidos después de la caminata del día.
  • registrarlos, sellar la credencial del peregrino y cobrar la estancia.
  • mostrarles el albergue y los servicios disponibles, 
  • responder cualquier pregunta que pudieran tener. Lo más común es que quieran saber dónde están supermercado o restaurantes, y ayuda en la planeación de la ruta ya que en Caminha deben decidir si siguen hacia España cruzando el río por barco para continuar por la costa o si van a lo largo del río Minho.
  • apoyo en caso de  que requieran alguna curación o atención médica...

El albergue en Caminha recibe mayoritariamente peregrinos que están en camino hacia Santiago de Compostela, siguiendo el Camino Portugués de la Costa. Pero también llegan peregrinos que van hacia Fátima, o caminantes que llegaron a Santiago por alguno de los caminos en España y deciden después seguir  hacia Porto, recorriendo el Camino de la Costa en sentido inverso.

 

El albergue reabrió el 1 de abril después de estar cerrado por casi dos años debido a la pandemia de Covid-19. En un principio estaba planeado reiniciar actividades a fines del 2021 pero la remodelación del espacio tomó más tiempo del planeado.

Anteriormente el dormitorio principal tenía una infinidad de literas, una junto a la otra, pero como se puede apreciar en las fotografías ahora sólo hay once camas indviduales, cada una con un enchufe para cargar celulares. 

Además del domitorio principal hay tres habitaciones pequeñas con literas que puedan acomodar otros diez peregrinos. O sea que en total hay lugar para recibir a 21 peregrinos cada noche.

Las reglas del albergue establecen que los peregrinos sólo pueden quedarse por una noche, a menos que se encuentren enfermos. Y así es la rutina de los caminantes: llegan por la tarde, por lo general se bañan lo antes posible, descansan un rato y luego buscan un restaurante para cenar o un supermercado para preparase algo en la cocina del albergue.

La mayoría de los que llegan comenzaron su caminata en Porto (aunque también hay aquellos que inician en Lisboa, ¡valientes!) por lo que les da gusto saber que en el albergue tenemos fregaderos para lavar la ropa y tendederos en la parte exterior. Y como generalmente sopla el viento, todo se seca antes de que se ponga el sol.

El funcionamiento del albergue está a cargo de la Associação dos Amigos do Camino de Santiago de Viana do Castelo; ellos se encargan de organizar a la docena de voluntarios que toman turnos para fungir como hospitaleiros.

Hay quien sólo puede un día al mes mientras que otros tienen un día fijo -todos los martes, por dar un ejemplo; por lo general los hospitaleiros están en el albergue unas cuatro horas, sin quedarse a dormir. 

La recepción de peregrinos inicia a las tres de la tarde, nosotros estamos en el albergue unos diez a quince minutos antes para revisar que esté todo en orden, organizar nuestro material de trabajo y preparar una jarra enorme de agua con rebanadas de limón para ofrecer a los peregrinos en el momento en que llegan, cansados y acalorados. 

La hora en que terminamos nuestras labores depende un poco de la cantidad de peregrinos y de las necesidades que se presenten, aunque en un día tranquilo salimos de regreso a casa alrededor de las 7pm.

Claro que hay ocasiones que los peregrinos se organizan para cocinar la cena, nos invitan a cenar con ellos y nos quedamos platicando. Hemos tenido encuentros muy interesantes con gente de (casi) todo el mundo aunque predominan los peregrinos europeos.

Me gustaría compartirles algunas cosas curiosas que nos han ocurrido:

Una tarde llegó una peregrina brasileña que se llama igual que yo; claro que no podía faltar la foto de las tocayas.

Por lo general les preguntamos a los peregrinos si van a tomar el barco hacia A Guarda para continuar a lo largo del a costa, o si prefieren seguir a lo largo del Minho hasta Valença. Hace unos diez días llegó un peregrino que quería continuar por la costa de Galicia pero se había puesto como reto no utilizar ningún medio de transporte. Por esta razón quería saber si era posible cruzar el Minho ¡nadando!

Y apenas la semana pasada se me acercó una peregrina preguntando que si yo podría lavarle su ropa sucia. Yo no sabía si reirme o llorar, pero luego Ulises me dijo que había yo desaprovechado la oportunidad de ganarme 500 euros. ¿Cómo ven?


 

Comments

Popular Posts