Creo que he visto un lindo gatito...

 A finales del verano estábamos sentados en la terraza frente a la cocina, disfrutando de nuestra comida, cuando de repente escuchamos un maullido conmovedor: era un gatito atigrado que nos miraba suplicante. Decidimos compartirle un poco del pollo que estábamos comiendo y servirle agua en un recipiente.

Con mucho recelo se acercó por la comida, se pescó el pedacito de pollo y salió corriendo para comer en un rincón seguro.

La misma escena se repitió dos o tres días más, y después de eso ya no vimos al gatito por algún tiempo. Por si acaso volvía, decidimos comprar una bolsa de croquetas para tener algo que ofrecerle. Poco a poco el gatito fue apareciendo con más frecuencia, aunque siempre receloso y dispuesto a salir corriendo.

Con el tiempo comenzó a agarrar confianza y a entrar a la casa. Y para no hacerles largo el cuento, acabó por decidir que nos adoptaba.

Así que ahora tenemos mascota sin haberla buscado 😹. Decidimos ponerle Mini a la gatita (ya cuando se dejó acariciar descubrimos que es hembra), aunque cuando estuvo Andrea de visita dijo que necesitaba un nombre más serio para cuando hiciera falta regañarla y la rebautizó como Miniberta 😂

Como buen gato, le encanta dormir, de preferencia en el regazo de cualquiera de nosotros, aunque tiene una marcada preferencia por Ulises. 

También le encanta corretear pelotas, en especial las de ping pong (aunque luego acaban abajo del sofá y tengo que andar rescatándolas porque ella no alcanza a sacarlas de ahí).

Obviamente teníamos la preocupación de operarla para evitar llenarnos de gatitos, sobre todo porque no está dentro de la casa todo el tiempo sino que sale a darse sus vueltas.

Cuando la llevamos a la veterinaria en noviembre nos dijeron que ya tenía más de un año, checaron si tenía chip de identificación por si se había escapado de alguna casa, le dieron sus vacunas y programamos una fecha en enero para la cirugía. El día de la operación la fui a dejar tempranito a la veterinaria y como a la hora y media recibí una llamada: resulta que la gatita ya estaba operada, pero como no tenía chip, no sabemos si era de alguien más. No nos queda más que agradecer y disfrutar de nuestra mascota.