Para comenzar el año
El primer día del este 2024 amaneció soleado y con buena temperatura, por lo que decidimos empacar nuestros desayuno e ir hacia el santuario de Nossa Senhora do Minho, en la Serra d'Arga. Este santuario se encuentra en una de las zonas más elevadas de esta sierra, y en días despejados tiene una vista maravillosa hacia el valle del río Lima y la ciudad de Ponte de Lima.
Hay una ruta circular muy sencilla que inicia cerca de la capilla, y si se tiene suerte se pueden ver caballos y vacas salvajes.
Con lo que no contábamos es que había una enorme nube estacionada sobre la cima de la montaña, acompañada de un viento helado.
Decidimos mejor bajar hasta el pueblo de Montaria, hacer una breve escala a tomarnos algo calientito en el café del pueblo, y después hacer dos caminatas. Como detalle curioso descubrimos que, a pesar de ser día primero de enero, el café del pueblo abrió esa mañana. Suponemos que para dar asilo a los que llevan a sus familiares a la misa pero no asisten, y para que los demás puedan tomar algo depués de la misa y antes de regresar a casa.
Del cafecito en la plaza principal nos fuimos hasta la zona de Espantar para echarle una ojeada a los molinos de agua (no, no me estoy inventando nada, jeje, así se llama esa área del pueblo.) De los tres molinos que hay ahí, dos están casi en ruinas, mientras que el tercero se encuentra en muy buen estado. La dueña aún lo usa para moler el maíz que utiliza para hacer la broa, el tradicional pan de la zona del Minho.
Subiendo unos 100 metros por la calle que está a un lado de los molinos hay una entrada al bosque que lleva al caminito que sigue el trazo de la levada que alimenta los molinos. Por si no sabían: Las levadas son los canales que llevan agua de un manantial o río hasta campos y molinos; las más conocidas se encuentran en Madeira y son una parada obligatoria para los turistas.
Después fuimos montaña abajo hacia otra parte del río donde hay siete cascadas y varias lagunas; la más famosa es la cascada del Pincho. Curiosamente esta área junto al río Âncora fue uno de los primeros lugares que conocimos en nuestro primer viaje a Portugal. Como pueden ver en las fotografía y videos, son unos paisajes bellísimos; durante el verano viene mucha gente a nadar en las pozas y disfrutar del fresco del agua y de los árboles.
Por cierto que desde Montaria llega a verse el mar; durante el verano la aldea siempre tiene un clima más fresco debido al viento que viene del océano.
Les dejo con esta fotografía de unas cabritas que nos encontramos cuando bajábamos hacia el río.
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